Caídas dentro de los hospitales

La seguridad de los pacientes es una cuestión fundamental dentro de la atención hospitalaria. Tanto es así, que forma parte de la agenda de los diferentes sistemas de salud del mundo, así como de los principales organismos internacionales que promueven la salud, como la Organización Mundial de la Salud (OMS).

A nivel internacional, las lesiones son la principal causa de fallecimiento en personas mayores, y las caídas constituyen una gran parte de dichas muertes accidentales. Se estima que alrededor de un 30% de las personas mayores de 65 años sufren caídas en sus viviendas, y el número es todavía mayor cuando hablamos de instituciones médicas. Aproximadamente, 1 de cada 10 caídas causan una fractura, que suele ser de cadera, y de cada 5 requiere atención médica.

El tema tiene tanta relevancia que existen diversas escalas, como la llamada escala Morse, que mide el riesgo de que una persona sufra una caída. En ella se recogen factores como la existencia de una caída previa, el estado mental del paciente, si necesita ayuda para deambular, etc. Con estos datos, se conforma una puntuación que indica el riesgo que tiene la persona de volver a caerse, clasificándose en tres grupos (Sin Riesgo, Riesgo Bajo y Riesgo Alto).

Los daños asociados a una hospitalización son más comunes en las personas mayores, además de que normalmente tienen consecuencias más graves. No obstante, los niños también se encuentran dentro del grupo de población vulnerable a caídas, por lo que los hospitales también deben prestar una atención a sus pacientes pediátricos. Es destacable que la mayoría de estas caídas y fallos de seguridad son fácilmente evitables, por lo que cuando una persona sufre un accidente de este tipo en un centro de salud, normalmente se podría haber evitado si el centro contase con las instalaciones en un correcto estado, además de seguir adecuadamente los protocolos médicos.

Si nosotros o un familiar hemos tenido una caída o accidente estando en un centro de salud, sea público o privado, tenemos derecho a solicitar una indemnización por los daños causados. En estos casos se puede proceder contra un determinado miembro del personal sanitario (por ejemplo, un médico, enfermero o celador que no ha realizado bien sus funciones), pero también existe la posibilidad de denunciar al centro sanitario por la deficiencia en sus instalaciones. Esto se debe hacer siempre con la ayuda de un abogado especializado en la materia, ya que conocerá de antemano el argot propio de la medicina, además de tener experiencia en este tipo concreto de procesos legales, que son algo distintos a los que se llevan a cabo en otras materias.

Tenga en cuenta que los plazos para reclamar son distintos en función del centro sanitario en cuestión, siendo los plazos más breves cuando se trata de centros públicos (Seguridad Social). Por eso, le recomendamos que no deje pasar mucho tiempo entre el incidente y el momento de ponerse en contacto con un abogado, para así no perder el derecho a reclamar. Recuerde, además, guardar los documentos que le hayan podido dar a usted o a su familiar durante la estancia en el centro sanitario. Pueden ser radiografías, resultados de análisis de sangre, de electrocardiogramas, etc., que pueden jugar un papel muy importante de cara a un procedimiento ante los Tribunales. Por ello, consérvelos.

Si desea concertar una cita con nosotros o pedirnos más información, solo tiene que llamar por teléfono o utilizar nuestra web, dejándonos sus datos. Le daremos respuesta lo antes posible y empezaremos a estudiar su caso, explicándole siempre las distintas opciones legales que tiene para que pueda elegir. Nuestro Despacho atiende consultas tanto en Málaga como en los siguientes municipios de la Costa del Sol: Torremolinos, Benalmádena, Mijas, Fuengirola, Marbella, Manilva, Casares, Estepona y Benahavís.

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